miércoles, 13 de octubre de 2004

Editorial Nº 4

A estas alturas, todos somos conscientes del crecimiento desmesurado de algunas ciudades, en contra de la nueva Ley de Urbanismo de Castilla y León que establece en su artículo 34.2 que el planeamiento urbanístico de las ciudades debe estar encaminado a la reconversión de las áreas degradadas y no a su extensión discontinua, además de incorporar nuevos valores sociales y la adecuación del suelo al interés general.

Y es que este rápido crecimiento, sin estar acompañado de un crecimiento paralelo de su población, dista mucho de seguir lo establecido en la citada Ley de Urbanismo y queda al margen de las tendencias de la Unión Europea y del respeto al medio ambiente.

Las actuales políticas de urbanismo de los ayuntamientos fomentan el abandono de sus núcleos urbanos consolidados por parte de la población. Ésta es atraída hacia las áreas naturales dentro de los propios municipios que son reconvertidas en nuevas zonas urbanas mediante las recalificaciones y la cesión de suelo municipal para la construcción de viviendas sociales junto a otras edificaciones de promoción libre.

Hay que preguntarse a quién beneficia realmente una política urbanística expansionista de las ciudades. Estas son naturales cuando aumenta su población, pero en Castilla y León desgraciadamente no es el caso. Supone afrontar un mayor coste económico para la urbanización, instalación de saneamientos y alumbrado público y para servicios como limpieza, seguridad, etcétera, que son soportados por el mismo número de ciudadanos, aumentando el coste de la vida en esa ciudad. Parece claro que muchas de las actuaciones en esta materia priman el interés económico de los promotores inmobiliarios frente al interés general del conjunto de los ciudadanos.

Mientras, los barrios tradicionales están sufriendo una degradación progresiva y con ello un creciente abandono debido a la falta de una política seria y global de dotación de servicios e infraestructuras, para su modernización y habitabilidad. ¿Por qué no se desarrollan las políticas de viviendas sociales conjuntamente con un plan urbanístico en la ciudad consolidada, habiendo como hay tantos solares y edificaciones antiguas ya sin ningún uso?

Uno de los problemas radica en la lentitud con la que se pone en marcha la cesión de suelo municipal para construcción de las viviendas sociales y su posterior entrega. Otro problema, más influyente aún, es la fuerte especulación que los promotores hacen con los solares urbanos hasta que sacan a la venta sus promociones. En este sentido, el nuevo Reglamento de Urbanismo de Castilla y León trata de frenar esta especulación obligando a los promotores a su puesta en el mercado en un plazo máximo de 8 años.

Pero donde deberían volcarse las actuaciones de las administraciones públicas es en los barrios históricos de nuestras ciudades, como ocurre en otras ciudades europeas. Estos necesitan auténticos proyectos globales de rehabilitación, que se desarrollen en ellos las nuevas políticas de vivienda social y se les dote de servicios necesarios para su habitabilidad como centros de ocio, zonas peatonales y mejora de aceras, construcción de aparcamientos públicos gratuitos, etcétera, en lugar de su abandono por nuevas urbanizaciones. Es decir, hacer ciudad sobre ciudad.

Leer más contenidos de este número

miércoles, 28 de abril de 2004

Editorial Nº 3

La economía española, según datos de SEOPAN creció un 2,4% en el año 2003, más que en el año 2002 y más que el conjunto de la Unión Europea. Según estos datos, los sectores de construcción principalmente y el consumo son los motores de este crecimiento. La construcción representa el 60% de la inversión realizada en España este año.

Las inversiones que realiza la Administración Central en nuestra comunidad se enmarcan básicamente dentro del Protocolo Viaria 2001-2010, para la construcción de vías de gran capacidad y líneas ferroviarias de alta velocidad. La Junta de Castilla y León desarrolla su estrategia de inversión en el sector de la construcción en dos direcciones. Por un lado, las propuestas del Plan Director de Infraestructuras del Transporte a Viaria, junto con el Plan Regional de Carreteras que pretende disminuir los desequilibrios territoriales. Por otro lado, el desarrollo del Plan Director de Vivienda y Suelo 2002-2009 y el Pacto de Suelo con los principales ayuntamientos de la región, con el fin de promover la construcción de viviendas de protección oficial, con gestión de promotores privados, de los ayuntamientos y de la propia Administración regional. Por su parte, los ayuntamientos tratan de encontrar otras fórmulas para detener la especulación en el precio de las viviendas y ejecutar los planes generales de ordenación urbana de su municipio cumpliendo con las normas del recién aprobado Reglamento de Urbanismo de Castilla y León.

Junto a estas actuaciones, destacan, por parte de todos, los esfuerzos constructivos en dotaciones culturales como museos, auditorios y otros, como demostración de lo que se puede llegar a hacer con los ladrillos en momentos de euforia en el sector en una sociedad de bienestar.

Pero la idea de sociedad de bienestar descansa sobre los pilares de una vivienda y un puesto de trabajo dignos. Son evidentes los esfuerzos de la Administración regional en materia de vivienda y calidad con el nuevo marco normativo. Sin embargo, las bases de la situación de euforia en el sector de la construcción y en nuestra Comunidad, se fundamenta en planes citados de grandes inversiones para un plazo de 5 ó 6 años, y en una generación de puestos de trabajo temporales, con sus problemas implícitos de baja formación del personal y alto grado de siniestralidad.

En primer lugar, la falta de mano de obra cualificada se debe en parte a la nula predisposición de los jóvenes castellanos y leoneses para este tipo de trabajos. Esto ha abierto la puerta para los trabajadores extranjeros que, cuando baje el boom en el sector al terminarse la mayoría de las grandes obras proyectadas para estos años, seguramente se irán a buscar trabajo a otra parte. En segundo lugar, el atractivo de inversión en el sector y la nula regulación del ejercicio de la profesión de constructor, ha permitido la entrada de numerosos empresarios, en algunos casos, también con escasa preparación.

Es una realidad que faltan trabajadores con una formación adecuada en el sector de la construcción, y también es una realidad que en nuestras universidades todos los años se incorporan al mercado de trabajo nuevos licenciados con títulos que no se adecuan a las necesidades laborales actuales y emigran a otras ciudades.

Hay que preguntarse si es posible hacer más dinámica la oferta educativa, adaptándola a la realidad económica y empresarial que vivimos. Por otro lado, sería conveniente que nuestras instituciones destinaran una parte más importante de sus inversiones en construcción en formación y fomento de profesiones y empresas, que ligadas al sector de la construcción, requieran de la mano de obra cualificada existente en nuestra región. La promoción de viveros de empresas en los nuevos parques tecnológicos, son fórmulas que están empezando a ponerse en marcha. Otra iniciativa muy importante es la participación temporal en el capital de nuevas empresas por parte de universidades y resto de instituciones, para desarrollar proyectos relacionados con la construcción, como son la investigación en energías renovables, prevención de riesgos, control de calidad de materiales, medio ambiente, dirección y coordinación de obras, telecomunicaciones, etcétera. Todo este tipo de empresas requieren de profesionales con preparaciones que actualmente se imparten en Castilla y León y están directamente relacionadas con el sector de la construcción.

Por lo tanto, es necesario poner pronto unos buenos cimientos en formación de los agentes actuales y en promoción de los nuevos profesionales, si no queremos que por nuestras nuevas autovías circulen solo los turistas que vienen de visita a ver los museos que con tanto empeño se están construyendo, mientras que los castellanos y leoneses tienen que buscar su porvenir en otra parte.

Leer más contenidos de este número

jueves, 25 de marzo de 2004

Editorial Nº 2

El precio de la vivienda aparece en lugar destacado como una de las principales preocupaciones de los españoles según las últimas encuestas publicadas. No en vano su crecimiento viene siendo imparable desde hace años.

Como todo el mundo sabe a estas alturas, el gran problema de la vivienda en España reside en el valor del suelo, que actualmente supone alrededor del 60% del precio final de la vivienda. Aunque sea fácil señalar a constructoras y promotoras inmobiliarias, el valor del suelo es excesivo y es la causa principal, aunque no la única, de la hiperinflación inmobiliaria.

Tampoco se puede pedir soluciones solamente a la Administración Central, ya que desde hace unos años, las comunidades autónomas reclamaron las competencias y fueron concedidas. Por lo tanto, son los gobiernos autonómicos y no la Administración Central los que tienen las competencias y mecanismos para arreglar este problema.

La raíz del problema se encuentra en la financiación de los ayuntamientos y se ha acentuado a partir de este año con la supresión, por parte del Gobierno Central, del pago del impuesto municipal del I.A.E para las pymes. Actualmente la vivienda supone un 45% de los ingresos de los ayuntamientos en el conjunto de España. Explotan el suelo como su fuente más importante de ingresos ante la escasez de otras vías de financiación.

España es un país despoblado y mucho más aún Castilla y León, donde no podemos hablar de escasez de suelo en ningún caso. Aún así, la política de vivienda y suelo se ha convertido en la herramienta más valiosa para la hacienda de los ayuntamientos. Basta un simple trámite administrativo, para recalificar terrenos rústicos en urbanizables dependiendo de sus necesidades recaudatorias, y no de las necesidades del mercado o las posibilidades económicas de los ciudadanos. Desde hace unos años, se ha venido imponiendo una política de liberalización de terrenos para la construcción privada. Su objetivo, crear más oferta. Se suponía que con ello, siguiendo el manual liberal, obtendríamos un descenso en el precio de la vivienda. Lo que ha sucedido, sin embargo, ha sido todo lo contrario. El alto precio del suelo ha hecho que de salida, el precio final de las viviendas sea tan elevado que deja fuera de su alcance a la mayor parte de la población, justo quienes las necesitan para vivir.

Nadie está exento de responsabilidad en este problema. Los ayuntamientos piden una mayor asignación en el reparto de los Presupuestos Generales del Estado. Por lo tanto, desde la Administración Central urge que se articule, con el consenso de las principales fuerzas políticas, una ley de financiación para comunidades y municipios, que incorpore nuevas fuentes de ingresos para estas instituciones. Esta medida, reclamada desde diferentes sectores, permitiría un alivio en la presión fiscal y la reducción del precio público del suelo. Se contribuiría así, a un reajuste en el precio de las viviendas de una manera eficaz.

En esta edición de LLAVEMAESTRA DE LA CONSTRUCCIÓN, se ofrece un desarrollo amplio del Plan Director de Vivienda y Suelo, una iniciativa de la Junta de Castilla y León en materia de vivienda, donde se detallan los incentivos a la oferta para las empresas constructoras.

Leer más contenidos de este número

miércoles, 24 de marzo de 2004

Editorial Nº 1

Una apuesta decidida por una comunidad en construcción

En una comunidad como la nuestra, con siglos de historia, que mira al mañana para construir hoy su futuro, nace LLAVEMAESTRA DE LA CONSTRUCCIÓN con vocación de ser el punto de encuentro para todo el sector de la construcción en Castilla y León.

Que Castilla y León se encuentra en pleno desarrollo es un hecho evidente que puede constatarse a diario con un simple vistazo a los periódicos. Y Ante quienes auguraban una posible crisis del sector, el día a día demuestra ser bien diferente, por lo menos en lo que se refiere a obra civil y a construcciones singulares.

La realidad de las obras durante estos años, de las infraestructuras del Tren de Alta Velocidad en Segovia y Valladolid, los recientes acuerdos de financiación para el soterramiento del ferrocarril en Valladolid y León, el desarrollo de los Planes generales de Ordenación Urbana en nuestras capitales, junto a otras grandes obras en infraestructuras de carreteras como son la finalización de la autovía León-Burgos, la autopista León-Benavente o la autovía que une la meseta con el Cantábrico,... todo ello da buena muestra de la intensidad de la actividad constructiva que, en los albores del nuevo siglo, experimenta nuestra comunidad.

Otra historia bien diferente es la edificación. En este apartado, parece que no concuerda la veloz carrera en la construcción de nuevas viviendas y el incremento de sus precios con la constante despoblación de Castilla y León, con la disminución del poder adquisitivo de los jóvenes, incapacitados para adquirir su primera vivienda y con la aparición de algunos estudios estadísticos que alertan del exceso de las mismas por cada habitante que hay en el conjunto de España. Sin embargo, hay algunas circunstancias positivas como es la llegada del Tren de Alta Velocidad a Castilla y León, que facilitará un aumento del flujo de capitales y personas con Madrid y, presumiblemente, atraerá nuevos habitantes, en principio, a Segovia y Valladolid.

Y es que, la construcción es, sin duda, uno de los motores más potentes de la actual economía tanto por las inversiones que realiza y puestos de trabajo que crea como por la infinidad de industrias auxiliares y derivadas a las que alimenta.

Ante estos años favorables, es muy importante para cada empresa saber cómo y cuándo quiere participar. Tener la mejor información sobre el resto de empresas, ya sean competencia o colaboradores, y que nuestros posibles clientes tengan la mejor información de nosotros puede ser clave para tener preferencia en una negociación. Así, el nacimiento de LLAVEMAESTRA DE LA CONSTRUCCIÓN tiene su raíz en esta necesidad de intercomunicación ágil entre todos los agentes y tiene su éxito en el apoyo de las constructoras más grandes del panorama nacional y en la rápida adhesión de empresas de toda la región e incluso de fuera, de todos los gremios y tamaños. A todos, queremos agradecer vuestra confianza en esta primera edición, que constituye ya la plataforma de información útil al servicio de todas las empresas, que son usuarios y protagonistas al mismo tiempo, para conocer y darse a conocer mejor dentro del sector profesional de la construcción.

La edición en papel tiene su máxima dimensión en el portal interactivo llavemaestra.net, que ofrece la base de datos más completa en Internet de empresas que trabajan en la construcción en Castilla y León, la revista on line, noticias de construcción, etcétera. En breve, iremos presentando las nuevas secciones que se vayan incorporando, invitando a la participación interactiva de todas las empresas e instituciones públicas.

En definitiva, el nacimiento de LLAVEMAESTRA DE LA CONSTRUCCIÓN constituye una apuesta decidida por una comunidad en construcción

Leer más contenidos de este número
.