domingo, 16 de octubre de 2005

Editorial Nº 6

De la presentación por parte de la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, de los presupuestos para 2006 dentro del Plan de la Vivienda 2005-2008, es destacable todo lo previsto en materia de política de calidad e innovación en la edificación y en la arquitectura. En general, el Plan prevé la construcción de 720.000 nuevas viviendas, con compromiso presupuestario de 1.068 millones de euros para 2006, lo que representa un crecimiento del 20,6% respecto al ejercicio actual y un 57% más que hace dos años.

Más de 960,4 millones de euros se dedicarán a la financiación de los planes de vivienda, distribuidos en cuatro grandes grupos. El primer grupo son subvenciones gestionadas por las CCAA para ayudas a inquilinos, rehabilitación, ayudas a urbanización y ayudas a promotores para vivienda en alquiler y dispone de 239,45 millones de euros. Otros grupos son la subsidiación de préstamos hipotecarios y las ayudas Estatales Directas a la Entrada, para los compradores de vivienda en primer acceso.

El cuarto grupo son subvenciones específicas para atender, mediante convenios con CCAA y Ayuntamientos, las actuaciones de rehabilitación o reposición de parques de viviendas degradadas. Es un programa adicional a los planes de vivienda destinados a situaciones especiales, como la rehabilitación de barrios y zonas degradadas, así como la promoción de viviendas protegidas. Los créditos derivados de estos convenios específicos alcanzarán los 42,77 millones de euros, cantidad que se incrementará con la firma de nuevos convenios para la cofinanciación de viviendas protegidas que presenten experiencias innovadoras o que respondan a criterios de "sostenibilidad".


Promoción de la innovación y la calidad en edificación


La elaboración de propuestas de programas y actuaciones de promoción de la innovación y de la calidad en la edificación y en la vivienda tratan de conseguir, mediante el empleo óptimo de las innovaciones y de las nuevas tecnologías, que las edificaciones y viviendas respondan a la creciente demanda de calidad de la sociedad. A los programas ya existentes, se sumará el Laboratorio de Vivienda, que permitirá incidir y reforzar los medios en esta materia.


El Gobierno pretende aprobar el Código Técnico de la Edificación. Por lo experimentado hasta ahora en algunas Comunidades Autónomas pioneras pero sin mucho éxito, tiene todavía mucho recorrido para mejorar y, en Castilla y León, requiere mucho más compromiso por parte de todos los agentes para poder alcanzar un buen desarrollo del mismo. Según la ministra, necesitará de la puesta en marcha de los mecanismos, reformas y actuaciones necesarias que permitan conseguir la mayor eficacia en su aplicación y de medidas de actualización permanente. El programa prevé que el CTE aprobado debe estar adaptado a la nueva legislación europea y nacional, así como mantener una investigación aplicada, desarrollar herramientas basadas en las tecnologías de la información y preparar una guía del CTE y sus documentos complementarios al Código, que garanticen su difusión y participación en foros internacionales.


Otro de los ejes de actuación del Ministerio se centra en la elaboración de programas que fomenten la edificación sostenible, en cooperación con los agentes de la edificación, así como la realización de actividades de certificación de calidad, para lo que es necesario implementar el desarrollo de herramientas informáticas para una mayor eficiencia energética.


Los programas, se realizarán en base a convenios específicos como el Acuerdo Marco de Colaboración que el Ministerio de Vivienda y el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España tienen firmado para el desarrollo de la edificación sostenible. Entre sus actividades previstas para el 2006, destaca la continuación del proyecto internacional Green Building Challenge, donde el equipo español formado por el Ministerio de Vivienda junto al Consejo Superior de Colegios de Arquitectos, y representado en Castilla y León por el Instituto de la Construcción de Castilla y León, consiguió un primer premio en el Congreso Internacional de Tokio al trabajo de investigación realizado para la evaluación energética de los edificios.

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domingo, 24 de abril de 2005

Editorial Nº 5

Los objetivos de Gestión integrada de la información y Coordinación y gestión de las actividades en las obras de construcción, ambos reflejan innovación y, fundamentalmente, el cumplimiento por parte de las empresas que los ponen en práctica de los pilares básicos de una obra bien realizada, como son la calidad, la prevención de riesgos laborales y también el respeto al medio ambiente.

En buena parte, el logro de estos objetivos se consigue mediante el cumplimiento de las normas que se establecen para ello, normas con diferente naturaleza unas de otras.

En mayor o menor medida los empresarios del sector están concienciados de la necesidad y beneficios que tiene la obtención de certificaciones de calidad en la gestión, basados en las normas ISO 9000. Muchas menos empresas son las que ya han apostado por un sistema de gestión de respeto al medio ambiente certificado por las normas europeas ISO 14000. Si bien el cumplimiento de estas es recomendable, solo es obligatorio para algunas empresas que trabajan directamente con ciertas administraciones públicas y no siempre para todos los trabajos. En este sentido, hay muchas empresas que los consideran un gasto evitable y optan por retrasar todo lo posible su obtención; otras que lo obtuvieron, han dejado de mantenerlo por ahorrar ese desembolso; muchas, aún desconocen el contenido de estas normas.

Otro tema bien diferente son las normas en materia de prevención y riesgos laborales, el otro gran objetivo de cumplimiento para una obra bien hecha. Es totalmente obligatorio el conocimiento de la normativa y su puesta en marcha. El Real Decreto 171/2004 sobre los deberes de los agentes en el sector de la construcción deja bien claro las responsabilidades de promotor, constructor, empresas y trabajadores que operan simultáneamente en una obra.


Este Real Decreto en su esencia, obliga a todos los agentes que concurran en una obra a cooperar entre sí manteniendo una información recíproca sobre los riesgos de cada actividad, describiendo si son graves o muy graves en su caso.


La información es el eje sobre el que se basa esta norma. Una buena información bien gestionada y disponible a tiempo por los responsables de tomar decisiones en las obras, en los centros de trabajo y, en general, en las empresas es fundamental tanto para el conocimiento de los riesgos (y también de la oportunidades) como para la toma de decisiones adecuadas en cada situación.


Con el objetivo de facilitar la implantación de un sistema de información útil y que integre todas las necesidades internas de la empresa el Instituto de la Construcción de Castilla y León ha desarrollado las herramientas informáticas y de gestión integrada de la información on line, para su obtención de forma actualizada por el responsable en la obra o en cualquier delegación de la empresa. Muy pocas son las empresas de Castilla y León que han implantado un sistema de gestión interna de la información de estas características, únicamente algunas empresas con espíritu de innovación.


Si esta gestión interna de la información correcta y en tiempo real puede evitar riesgos y ahorrar costes, una adecuada planificación de la comunicación e información externa, al sector, puede generar oportunidades. Cada vez son más los empresarios que se han dado cuenta de la importancia de que invertir en la buena imagen de su empresa y sus productos es muy rentable económica y socialmente, aunque en Castilla y León todavía tenemos cierto retraso con respecto a otras zonas de España.

Es muy importante que nuestras empresas, muchas con potencial para competir en producto o servicios con las de fuera incorporen las nuevas tecnologías en su gestión de la información. De esta manera, podrán cumplir más eficientemente las normas evitando muchos riesgos laborales, ahorrar costes y realizar oportunidades de negocio que hasta ahora desconocía.

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