martes, 29 de noviembre de 2011

Construcción, you´ll never walk alone

Termina un año más de crisis y comienza otro que parece que será de recesión, es decir, crisis más profunda. Vivimos en una etapa de transformaciones completas de sectores económicos, de las administraciones públicas, de las políticas a nivel de Estado e incluso de la sociedad en general. Esta crisis se estudiará en el futuro como otro de los grandes momentos de la historia. El sector de la construcción fue el motor de la economía durante muchos años y, como no, también tenía que ser el motor del cambio (crisis). Víctima de sí mismo, ahora casi ha desparecido por completo.

En cuanto a construcción de viviendas nuevas, hemos pasado de las 700.000 en un año a menos de 150.000 que se prevén para 2012, y se vaticina que sobrará una parte importante de ellas. En otros apartados, como restauración del patrimonio, la situación es todavía más alarmante, ya que han desaparecido o se han paralizado programas enteros de arquitectura como el de Arquimilenios de la Consejería de Fomento. En temas de medio ambiente, incluso ha desaparecido esta Consejería en la Junta de Castilla y León. A nivel de inversiones locales, la situación es totalmente dramática; muchos ayuntamientos no tienen ni para pagar la luz. En infraestructuras, ya iniciada la crisis se dilapidó lo inimaginable en aeropuertos en ésta y aquélla comunidad autónoma por los recelos y orgullos provincianos. Sólo hay una cierta actividad por parte del Estado y está centrada en continuar las infraestructuras ferroviarias, en las que Castilla y León se encuentra de paso para otros destinos finales. Y es un apartado con alto componente tecnológico. 


Con esta situación y retomando el hilo de la crisis de los sectores económicos actuales, encontramos precisamente en la tecnología y sus diferentes aplicaciones el sector de apoyo incondicional que mantiene vivos otros sectores, entre ellos el de construcción. En restauración y rehabilitación del patrimonio, dentro de las pocas obras que encontramos en marcha, la restauración de la Colegiata de San Isidoro -que tratamos a fondo en este número- es un claro ejemplo de vinculación entre construcción y tecnología aplicada, en este caso en una iglesia románica, para conseguir un excelente nivel de confort y bajo consumo gracias a su nuevo sistema de bancos calefactados con calderas de biomasa. 

Pero, sin duda, el ejemplo más claro donde se funden tecnología y hormigón, ordenadores y piedra, televisión vía satélite y retroexcavadoras, está en las obras de control de las cuencas fluviales a través de sistemas automáticos de información, como el que se ha puesto en marcha en la cuenca del Duero el pasado año para la gestión del agua y la prevención ante riesgos de desbordamientos. Por su singularidad y envergadura, hemos dedicado a esta obra nuestro reportaje de apertura de este número. 

Ambos ejemplos son una muestra de que las oportunidades del sector de construcción no pasan por obras puras de edificación u obra civil, sino que en las infraestructuras de este siglo XXI las obras son una parte, a veces pequeña, de proyectos más grandes y liderados por el factor tecnológico, informático y de telecomunicaciones, que acompañan y mantienen vivo al sector de construcción. 

El nuevo sector de construcción debe ser un sector mucho más inteligente para saber dimensionarse y sobrevivir acompañado por las nuevas actividades económicas desde un plano más secundario. Este sector no volverá a caminar solo para tirar de la economía. Construcción, al igual que el Liverpool para sus hinchas, you´ll never walk alone.