viernes, 30 de noviembre de 2012

Salvemos las piedras o a las personas

A veces ocurre que a una persona o familia le sobreviene una situación económica muy negativa y se ve obligada a vender bienes de gran valor, como joyas y otros, que son de lujo pero no satisfacen las necesidades básicas diarias. Y venden esos bienes con pesar pero sin dudar, porque están haciendo lo correcto y necesario para poder adquirir bienes de primera necesidad como la vivienda, los libros del colegio, medicamentos e incluso la comida. Sería lógico pensar que cualquier persona que se encontrara en esa situación actuaría de la misma manera. Nos parecería que carece de sentido común dejar de pagar el alquiler, los libros o de dar comer a la familia para gastar más dinero en arreglar o limpiar esas joyas porque sucias pierden valor o haya peligro de que se rompan y no podamos lucirlas en el futuro.

Esta situación, que están sufriendo en estos años tantas familias españolas, es la misma que se da también a nivel regional y a nivel de Estado. Resulta paradójico que las decisiones de las Administraciones para con sus ciudadanos son las contrarias, las que carecen de sentido común. 

La ministra de Fomento, Ana Pastor, presentó en septiembre el Plan de Infraestructura, Transporte y Vivienda (PITVI 2014-2024), que incrementa del 1 al 1,5 por ciento la dotación para restaurar y rehabilitar patrimonio arquitectónico cultural. El Gobierno actual debería preguntarse si es el momento de aumentar las inversiones en joyas, que básicamente servirán para el beneficio de sus propietarios privados, como son iglesias, conventos y monasterios, o para el disfrute de aquellos con alto poder adquisitivo para destinar ahora al ocio, como son teatros, palacios y museos. 

En Castilla y León tenemos un gran patrimonio histórico y arquitectónico. Una gran riqueza. Es muy bonito poder disfrutar y presumir de tanta maravilla, pero también supone una gran carga económica mantener y conservarla, y no sirve al conjunto de nuestra población para cubrir las necesidades mucho más básicas que tiene en estos años. Castilla y León ya ha recuperado gran parte de su patrimonio arquitectónico más valioso para varias décadas y, aunque es deseable poder seguir con esta actividad, estamos en un momento de la historia en el que no procede seguir invirtiendo para presumir de joyas con dinero público mientras la población no disponga de vivienda y trabajo. 

La Junta de Castilla y León sigue participando en innumerables programas aportando fondos para recuperar retablos, tímpanos, vidrieras, etcétera, en edificios religiosos sin un destino funcional cierto a través de la Dirección General del Patrimonio de la Consejería de Cultura, del Programa Arquimilenios de la Consejería de Fomento, de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León junto con las antiguas Cajas de Ahorro de la región, de la Fundación Santa María la Real para la recuperación del Románico Norte, y hace otras actividades a través de la Fundación Instituto de la Construcción de Castilla y León para comercializar productos informáticos y otros servicios a empresas de construcción. Sirva este inciso también para denunciar que estas fundaciones prestan servicios editoriales, informáticos, consultoría, control de calidad, etcétera, haciendo competencia a empresas y emprendedores de Castilla y León con fondos públicos y sin pagar impuestos. 

Es el momento de invertir para recuperar a las personas y que estas recuperen su dignidad, con su vivienda y su trabajo. Para reactivar el sector de la construcción, al contrario de estas políticas actuales, deberían centrarse en aquellas que reviertan directamente en los colectivos que más lo necesitan, y que combinen el fomento del empleo, la formación y el acceso a la vivienda, destinando los recursos escasos a dotación para rehabilitar viviendas, a los programas de ayudas y subvenciones, y a facilitar el acceso al inmenso parque de viviendas vacías existente en España.

lunes, 14 de mayo de 2012

Restauración y exportación

La asociación AVECO (Asociación Vallisoletana de Constructores, Promotores y Empresas Afines) desde hace años trabaja de forma activa con el objetivo de encontrar actividad para sus empresas asociadas. Dado que en el tiempo en que vivimos no es nada fácil encontrar trabajo en Valladolid y en el conjunto de España, al menos sí que es posible encontrar oportunidades en otros países. Con este argumento, en estos últimos años ha tomado la iniciativa y está alcanzando acuerdos para participar en actuaciones y crear negocio en países de Latinoamérica. También colabora activamente en India con acciones de tipo solidario y humanitario que desarrolla la Fundación Vicente Ferrer. Y este año, ha arribado a África mediante un nuevo acuerdo, en este caso para acercar empresarios españoles a ejecutar proyectos en Argelia junto a socios locales.

El ejemplo de Aveco constituye una muestra de cómo este sector de construcción, tan tradicionalmente local, también se puede abrir a otros mercados e internacionalizarse. Es posible gracias a la combinación de dos factores materiales, las nuevas tecnologías y las nuevas infraestructuras globales de transporte y comunicación. Pero, sobre todo, es posible gracias a un cambio de mentalidad radical de los empresarios que se están lanzando a explorar nuevos territorios. El amor por la actividad a la que se dedican, conocen y para la que están preparados, junto con el orgullo de defender su empresa, son razones que les otorgan la fuerza suficiente para emprender el nuevo camino, sabiendo que el mayor de los riesgos para ellos y sus trabajadores es quedarse en su tierra a la espera de que vengan tiempos mejores, o peor, abandonar la nave y a su plantilla con la que han trabajado seguramente muchos años. 


La proliferación de aeropuertos y los actuales sistemas low cost (precios bajos) de muchas compañías aéreas facilitan mucho el movimiento de personas a nivel mundial. Pero para el buen desarrollo de negocios a nivel internacional, la comunicación por internet con wifi, 3G y 4G en el móvil, en los ordenadores portátiles y recientemente los tablets y, finalmente, la disponibilidad de los clouds (nubes virtuales), que son servidores donde podemos tener toda la información de la empresa, disponible de la misma manera que hasta ahora teníamos en el ordenador de sobremesa o servidor local, y accesible de forma segura desde cualquier ordenador del mundo que esté conectado a la red, mediante usuario y contraseña, realmente reducen la aventura de internacionalización a un problema básicamente de idioma, y únicamente en los casos donde la lengua sea diferente. 


En este número de LLavemaestra, a pesar de la caída libre que siguen sufriendo las inversiones en la construcción de las Administraciones -caídas cada trimestre más agudas-, todavía podemos publicar interesantes reportajes de obras que se están ejecutando en Castilla y León. Obras de restauración principalmente por parte de las Administraciones Públicas, como la iglesia de San Benito el Viejo en Valladolid o la ermita de la Virgen del Puente en Sahagún (León), y de nueva edificación por parte de entidades privadas, como es la ampliación del campus de la Universidad Europea Miguel de Cervantes con un nuevo centro de especialidades, que mostramos como reportaje de apertura.