domingo, 31 de octubre de 2010

Directivo profesional, por una empresa más segura


Desde hace unos meses, los colegios de arquitectos, de aparejadores y de las diversas ingenierías están muy revueltos e incómodos con el Gobierno y con disputas entre ellos mismos, por la aplicación de la Ley Ómnibus que pretende potenciar la transparencia, simplificar trámites y favorecer los derechos de los consumidores. Así, desde principio de año tienen en marcha la campaña ‘Visado profesional, por una sociedad más segura’, bajo la cual tratan de defender a ultranza competencias profesionales privativas, que desde hace décadas cada colegio ostenta para sus miembros colegiados en exclusividad.

Mediante comunicados y charlas tratan de concienciar de que eliminar ese visado obligatorio es poner en peligro la seguridad ciudadana al no poder garantizar los proyectos que no estén visados. De forma similar trabajan los colegios de médicos y abogados para retener sus ancestrales privilegios.

Al contrario que ocurre en las profesiones anteriores, de competencias en exclusiva en aras de la citada seguridad, cualquiera puede ejercer otras profesiones de responsabilidad social como lo es la Dirección de empresa. Basta tener dinero y un poco de atrevimiento para que, sin ningún requisito en conocimientos de finanzas, contabilidad, dirección estratégica, márketing o recursos humanos, puedan encontrarse al mando de una empresa. Esto es, decidiendo las contrataciones, los sueldos y los despidos de los trabajadores, las compras e incluso inversiones en terrenos, pisos o maquinaria, negociando los préstamos con los bancos o estableciendo precios de venta.

Así, se forjaron rápidamente muchas constructoras e inmobiliarias en la época del boom, dirigidas en exclusiva por sus propietarios fundadores, gracias a lo que pensaban que era su gran ‘olfato para los negocios’. Mientras, los profesionales de dirección de empresas no tienen acceso a los puestos con responsabilidad de decisión, gestión y análisis, y ocupan puestos meramente administrativos. Algunas empresas también se sirven de una asesoría externa principalmente para tareas mecánicas y asesoramiento puntual en conflictos internos, más que para tomar las decisiones estratégicas como autoridad en la materia.

Si un arquitecto es el único que puede realizar ciertos trabajos por sus conocimientos, -así como un capitán de navío es el único que puede llevar el timón de un barco y un piloto pilotar un avión-, ese mismo arquitecto no puede ser el que decida los sueldos, la viabilidad de las operaciones financieras y la estrategia de precios o de comunicación en una empresa, de la actividad que sea, porque no está preparado para llevar el destino de los trabajadores de esa empresa y de sus familias, ya sean tres o cien. Sin directivos profesionales al frente, en un escenario estable pueden sobrevivir con cierto éxito, pero ante una situación de cambio brusco carecen de las competencias directivas necesarias para haber obrado con prudencia previamente y saber maniobrar con destreza en el momento preciso, y habrán hundido sus empresas y a sus trabajadores porque, según suelen decir, ‘les pilló con el pie cambiado’, como si de algo accidental o mala suerte se tratase.

Esta situación también la han vivido y viven muchas empresas familiares, que también deben profesionalizarse, además de en el área productiva, en los puestos directivos. En estos años de desaparición de tantas empresas mal conformadas, y de mutación del tejido empresarial en España y a nivel mundial, hay empresas familiares que se han fortalecido con la profesionalización en cada puesto, gracias también a que las nuevas generaciones han sabido formarse y ocupar en esa empresa el puesto para el que se han preparado. Un ejemplo de esta filosofía es la empresa vallisoletana Ascensores Zener, que mantiene la cultura familiar combinada con la puesta en funcionamiento de su nuevo centro administrativo y de I+D, donde ha creado nuevos puestos para dar empleo a profesionales, precisamente en este año 2010 en el que muchas empresas optan por desprenderse de su valor humano para intentar mantenerse vivas.

En este número, presentamos este nuevo centro de investigación con torre de pruebas recién inaugurado en Valladolid, además de grandes obras de infraestructuras y la gran actualidad normativa de estos meses, que tratamos en nuestras secciones habituales.